En la mayoría de los casos, las mujeres pueden viajar hasta épocas cercanas a la fecha de parto, pero los viajes pueden no ser recomendables en mujeres con complicaciones del embarazo, y por eso, aquellas mujeres con embarazos de alto riesgo deberán ser valoradas por su especialista para dar recomendaciones específicas para cada caso.

El mejor momento para viajar es en el segundo trimestre de la gestación (entre las 14 y 28 semanas), ya que es un periodo en el que generalmente las nauseas matutinas han mejorado y la movilidad no está limitada.

Adicionalmente, los viajes en avión ocasionalmente durante el embarazo son considerados seguros, pero NO se recomiendan en ningún momento en aquellas mujeres embarazadas que tengan una condición médica u obstétrica que pueda ser exacerbada durante el vuelo o pueda requerir una atención de urgencia.

Es claro el aumento de riesgo de eventos tromboembólicos durante el embarazo y puerperio, así como también se ha encontrado un aumento de este riesgo en asociación a los viajes aéreos y hasta 8 semanas después del viaje, especialmente en los viajes largos (de más de 4 horas), por esto será necesario tomar algunas precauciones como:

• Usar de medias antiembólicas
• Escoger una silla de pasillo para poder realizar movimientos periódicos de las extremidades inferiores al menos cada 15 minutos o caminar ocasionalmente
• Evitar ropa ajustada
• Mantener una adecuada hidratación
• Usar el cinturón en las caderas, debajo del abdomen

En caso de viajes largos por tierra, estas anteriores recomendaciones aplican también.

Antes de comprar tu vuelo, verifica las restricciones de la aerolínea para las mujeres embarazadas según su edad gestacional y su clasificación de riesgo del embarazo: La mayoría de aerolíneas colombianas registren sus vuelos a mujeres con más de 28 a 30 semanas de gestación; y en caso de embarazos de alto riesgo o condiciones de salud particulares pueden solicitarte un certificado médico para viajar.

Durante tus viajes deberás estar atenta a síntomas y signos de alarma que sean indicativos de ingresar por urgencias, como sangrado vaginal, dolor pélvico o contracciones, salida de liquido por la vagina (ruptura de membranas), dolor de cabeza, cambios visuales, hinchazón en cara o manos, vómitos o diarrea severos, dolor importante e hinchazón de alguna de las piernas

Es posible vacunarte durante el embarazo, aunque siempre dependerá de las características de la vacuna.

Es importante hablar con tu médico sobre las ventajas e inconvenientes de las vacunas antes de administrarlas.

El mejor momento para vacunarte es a partir del segundo trimestre.

No se pueden aplicar  las vacunas de gérmenes vivos  como anti fiebre amarilla, antisarampión, antiparotiditis, pólio oral, antirubeola, antivaricela y antituberculosa, ya que existe un riesgo teórico de que el gérmen produzca una infección que podría pasar al bebé.

En cambio, son seguras las vacunas con  gérmenes inactivos (muertos), ya que no existe riesgo de infección. De hecho, las vacunas de la  influenza, la difteria y el tétanos se deben aplicar durante el embarazo.

Con la pandemia reciente, se recomienda la vacunación contra el COVID-19 durante el embarazo la cual ha demostrado ser segura y disminuye el riesgo de enfermedad severa.

¿Qué vacunas se recomiendan durante el embarazo?

Vacuna contra la influenza. Los cambios que se producen durante el embarazo, hacen que se incremente el riesgo de sufrir complicaciones secundarias a la gripe, por lo que se recomienda la vacunación a partir del segundo trimestre. Esta vacuna es muy segura, y no se descrito ninguna complicación para el bebé.

Vacuna dTpa (diftéria, tétanos y tos ferina). Es una vacuna segura y se recomienda a todas las embarazadas a partir de las 20 semanas de embarazo para protegerte a ti y al bebé de estas infecciones, independientemente de cuando hayan recibido la última dosis de vacuna del tétanos. Los diferentes componentes de esta vacuna son:

• Antidifteria. Se recomienda su uso para prevenir la infección del bebé después del parto. La difteria es una enfermedad potencialmente grave durante los primeros meses de vida del bebé. Al vacunarte durante el embarazo, los anticuerpos (defensas) pasan al bebé y lo protegerán antes y después del parto.
• AntiTetánica. Se recomienda su uso para prevenirte de esta infección. Los anticuerpos que fabrica tu sistema de defensa al recibir la vacuna y pasan al bebé protegiéndolo del tétanos al nacimiento. Los anticuerpos permanecen en el bebé los primeros seis meses de vida.
• Tosferina. También se recomienda su uso para prevenir esta infección respiratoria los primeros meses de vida de tu bebé. El momento idóneo para la vacunación es entre las 28 y las 32 semanas de gestación.

Consumir algunos medicamentos durante el embarazo puede ser dañino para el bebé, debido a que la gran mayoría de las medicinas atraviesan la placenta,  exponiendo al bebé a sustancias que podrían perjudicar su desarrollo. A continuación, explicamos detalladamente qué medicamentos evitar, cuáles se pueden tomar y cómo saberlo.

Como regla general, durante el embarazo debes evitar tomar cualquier medicamento, ya sea farmacológico, homeopático o natural, oral o aplicado, sin antes haber recibido la indicación médica correspondiente.

Recordemos que la mayoría de los medicamentos atraviesan la placenta, por lo que las dosis de adulto llegan al feto y podría ser perjudiciales para su desarrollo. Por lo tanto, debes evitar tomar medicamentos en la medida de lo posible, sólo hacerlo cuando sea estrictamente necesario y siempre con formula médica.

También hay que tener presente que cuando un médico formule un para el tratamiento de una condición, enfermedad o infección durante el embarazo, es necesario tomarlo. En ocasiones, algunas pacientes no se toman los medicamentos por miedo a hacer daño al bebé, pero esto también puede ser perjudicial. Por ejemplo, si hay una infección debe tratarse con antibiótico. Existen fármacos seguros para el bebé que pueden tomarse con tranquilidad durante el embarazo.

La etapa durante la cual el bebé es más susceptible a la acción de los medicamentos es el primer trimestre (primeros tres meses). Durante esta época la mayoría de los órganos comienzan su formación, por lo cual el fármaco puede afectarlo en mayor proporción. No obstante, durante el resto del embarazo persiste el riesgo de efectos sobre el desarrollo del bebé.

Existen múltiples estudios sobre la seguridad de los medicamentos durante el embarazo. Se han desarrollado clasificaciones que indican cuales medicamentos son seguros durante el embarazo.

Una de las clasificaciones más utilizada es la elaborada por la F.D.A. norteamericana (Food and Drug Administration https://www.fda.gov/about-fda/fda-en-espanol), encargada de regular los medicamentos en Estados Unidos. Este documento agrupa a los medicamentos en cinco categorías de menor a mayor riesgo para el feto:

•  Categoría A.Es un fármaco seguro durante el embarazo que puede tomarse con toda tranquilidad, ya que existen estudios en humanos que han probado su seguridad.
•  Categoría B.Es un fármaco bastante seguro que puede tomarse durante el embarazo, ya que existen estudios en animales que no han demostrado efectos adversos.
• Categoría C.Es un fármaco que debe intentar evitarse durante el embarazo ya no existen suficientes datos de estudios que demuestren su seguridad en humanos. Sólo deben emplearse en situaciones excepcionales en que el riesgo compense el posible beneficio.
•  Categoría D.Es un fármaco que debe intentar evitarse durante el embarazo ya que existen estudios que demuestran efectos adversos sobre el feto. Sólo deben emplearse en situaciones excepcionales en que el riesgo compense el posible beneficio.
•  Categoría X.Es un fármaco que debe evitarse durante el embarazo ya que existen estudios que demuestran un claro efecto nocivo para el bebé. La utilización de estos fármacos está claramente contraindicada durante el embarazo.

Los médicos siempre deben tener en cuenta este tipo de clasificaciones antes de formular una medicamento, intentado siempre usar fármacos de los grupos A y B, y sólo en situaciones excepcionales que la salud de la madre lo requiera pueden usarse medicamentos de los grupos C y D.

Los productos de cuidado personal y cosméticos se utilizan ampliamente en todas las etapas de la vida y el embarazo no es una excepción.

Algunas sustancias químicas utilizadas durante la fabricación de dichos productos pueden estar asociados con riesgos para la salud, tanto para ti como para el bebé. Por lo tanto, los productos de cuidado personal y los cosméticos deben seleccionarse y usarse cuidadosamente durante el embarazo.

Los componentes químicos utilizados en estos productos pueden ingresar al cuerpo a través de absorción por la piel (como el jabón, champú, lociones y cremas), la boca (lápiz labial) y por inhalación (como los perfumes y desodorantes). Debemos tener presente que muchas de estas sustancias químicas también son ampliamente utilizadas en la industria de alimentos, bebidas y fármacos, por este motivo puedes estar expuesta a dichas sustancias de diferentes maneras, incluso evitando los productos de cuidado personal y cosméticos.

¿Por qué debes tener cuidado durante el embarazo?

Los organismos reguladores tienen recomendaciones para el uso seguro de productos químicos nocivos utilizados como aditivos o conservantes en cosméticos y productos de cuidado personal. Por este motivo muchos de estos productos químicos están prohibidos o están presentes en una concentración muy baja por lo cual los riesgos para la salud (incluida la salud del bebé) son bajos. Sin embargo, en muchos países, la fabricación y comercialización de dichas sustancias todavía no están debidamente regulada. Como resultado, algunos productos de cuidado personal y cosméticos pueden contener altos niveles de químicos tóxicos y no son seguros para usar durante el embarazo.

¿Qué productos químicos son nocivos durante el embarazo?

Los siguientes productos químicos son potencialmente dañinos durante el embarazo y deben evitarse:

RETINOIDES

Los retinoides son un grupo de compuestos químicos derivados de la vitamina A (también conocida como retinol).

La tretinoína es un tipo de retinoide, comúnmente utilizado en cremas y productos antiarrugas/antienvejecimiento y para tratar el acné.

Existen publicaciones de defectos congénitos relacionados con el uso de productos con altos niveles de vitamina A durante el embarazo. Por lo tanto, las mujeres embarazadas no deben usar retinoides, aunque no se absorben significativamente a través de la piel.

HIDROQUINONA

La hidroquinona se utiliza como agente para aclarar la piel. Se cree que al aplicar  hidroquinona sobre la piel, se absorbe una  cantidad sustancial (35-45%).  Los datos sobre la seguridad del uso  de hidroquinona durante el embarazo son limitados, por este motivo, su uso debe ser evitado durante la gestación.

SUSTANCIAS QUÍMICAS DISRUPTIVAS ENDOCRINAS

¿Qué son los productos químicos disruptores endocrinos (EDC)?

Estos son químicos sintéticos (‘hechos por el hombre’) que tienen propiedades similares a las hormonas y pueden causar:

• Alteración en funciones endocrinas (glándulas y hormonas) y reproductivas del cuerpo.
• Aumento del riesgo de cáncer sensible a las hormonas (como por ejemplo el cáncer de seno)
• Problemas del desarrollo en los niños.

Los productos químicos disruptores endocrinos pueden atravesar la placenta y afectar al bebé. Los más utilizados en productos cosméticos son los parabenos, los ftalatos y los triclosanos.

PARABENOS

¿ Qué son los parabenos ?

Los parabenos son un grupo de sustancias químicas comúnmente utilizadas como conservantes en muchos cosméticos y productos para el cuidado personal, como humectantes, desodorantes, gel de ducha, cremas corporales y productos para el cuidado del cabello.

Tienen propiedades antibacterianas y fungicidas (efecto sobre hongos y bacterias). Por lo tanto, son efectivos como conservantes (para prevenir el crecimiento de microorganismos) aumentando la vida útil de estos productos disponibles comercialmente. También se utiliza como conservante en alimentos y bebidas.

El uso de parabenos es legal en muchas partes del mundo, por lo tanto, ampliamente utilizado, sin embargo, existe un límite legal establecido por diferentes organismos reguladores.

Los parabenos tienen propiedades estrogénicas (hormona sexual femenina) y antiandrogénicas (antagonista de la hormona sexual masculina). Se consideran sustancias químicas disruptivas endocrinas; es decir, pueden interferir con el sistema hormonal del cuerpo y causar problemas de salud, especialmente cuando se consumen en grandes cantidades.

Los estudios disponibles indican que las sustancias químicas disruptivas endocrinas, como los parabenos, pueden causar alteraciones en los órganos genitales, aborto y bebés con bajo peso al nacer.

FTALATOS

Los ftalatos son un grupo de productos químicos utilizados para aumentar la flexibilidad de la resistencia de los plásticos y como disolventes de muchos otros productos químicos.

Son usados ampliamente en la fabricación de muchos cosméticos y productos para el cuidado personal, como esmaltes de uñas, fragancias, jabones, champús y productos para el cuidado del cabello (laca, gel y mousses para el cabello), lociones corporales y cremas.

La exposición a los ftalatos puede ocurrir a través del uso de estos productos, también pueden ingresar al cuerpo humano a través de una variedad de fuentes, como alimentos, plásticos, medicamentos, y el agua.

Hay tres tipos de ftalatos que se utilizan comercialmente:

• Ftalato de dibutilo (DBP): utilizado principalmente como plastificante en esmaltes de uñas. Hacen que las uñas sean menos quebradizas y, por lo tanto, reducen el riesgo de agrietamiento.
• Ftalato de dimetilo (DMP): utilizado principalmente en diferentes lacas para el cabello. Pueden formar una película flexible sobre el cabello y hacerlos menos quebradizos y más resistentes al agrietamiento.
• Ftalato de dietilo (DEP): es el ftalato más utilizado en cosmética y productos de cuidado personal.
• La exposición a ftalatos se ha asociado con parto prematuro, anomalías congénitas de los órganos genitales, alteraciones en el desarrollo neurológico, alteración en la función tiroidea.

¿Cómo reducir la exposición a los ftalatos?

La ley actual no exige una lista de todos los productos químicos individuales utilizados como fragancia, por esto, es posible que los ftalatos no se mencionen por separado en la etiqueta, sino que se incluyan en el término «fragancia». Por tanto, no es posible saber si se han utilizado ftalatos como ingrediente. Si quieres comprar un producto libre de ftalatos, debe buscar productos cosméticos que no contengan «Fragancia» como ingrediente. La exposición a los ftalatos puede reducirse durante el embarazo evitando o limitando el uso de productos cosméticos como fragancias, esmaltes de uñas, lociones corporales y lacas para el cabello. La Comisión Europea y las autoridades reguladoras como la FDA no consideran que los ftalatos (utilizados en cosméticos) sean un peligro para la salud si los fabricantes siguen normas estrictas.

TRICLOSÁN

Este es un agente antimicrobiano (es decir, previene el crecimiento y la contaminación de bacterias en los productos de consumo).

Muchas autoridades sanitarias de todo el mundo, como la FDA (EE. UU.), han prohibido el uso de triclosán en productos de venta libre, sin embargo, muchos productos de cuidado personal (como cremas dentales y lociones corporales) todavía contienen Triclosan.

Los estudios en animales han demostrado que la exposición al triclosán durante el embarazo puede causar hipotiroidismo (inadecuada función de la glándula tiroides) en la madre y el feto. Algunos estudios relacionaron el triclosán con bebés de bajo peso al nacer. Por lo anterior, es mejor evitar los productos que contienen triclosán durante el embarazo.

Algunos consejos generales para el uso de productos de cuidado personal y cosméticos durante el embarazo:

• La buena salud es la clave para una piel sana. Para esto es importante, siempre enfocarte en tener una dieta balanceada, realizar ejercicio regular y tomar mucha agua. No confíes la salud de tu piel solo a productos cosméticos.
• Siempre revisa en la etiqueta la lista de ingredientes del producto que vayas a utilizar.
• Evita los productos que contengan compuestos disruptores endocrinos como retinoides, hidroquinona, ftalatos, parabenos y triclosán.
• Considera usar productos naturales u orgánicos. Siempre verifica los ingredientes en la etiqueta, incluso si dice «natural» u «orgánico».
• En la actualidad, las sustancias químicas tóxicas están presentes en muchos productos de la vida diaria, como alimentos, agua, medicinas, empaques, ropa, materiales de construcción y pinturas, por lo cual la exposición es inevitable. Sin embargo, el nivel de estas sustancias químicas en estas circunstancias es tan bajo que es poco probable que causen problemas de salud.
• La principal preocupación es la disponibilidad de productos no regulados en el mercado que puedan contener un altos niveles de sustancias químicas tóxicas. Prefiere marcas reconocidas con registro sanitario.
• Si vas a hacerte un tratamiento de peluquería o de belleza, informa siempre a la esteticista que estás embarazada. Asegúrese de que tengan experiencia en el uso de productos seguros durante el embarazo.

Safety of skin care products during pregnancy. Pina Bozzo, Angela Chua-Gocheco, MD, and Adrienne Einarson, RN. Can Fam Physician. 2011 Jun; 57(6): 665–667.

https://www.cdc.gov/biomonitoring/Parabens_FactSheet.html

https://www.acog.org/womens-health/faqs/toxic-chemicals-steps-to-stay-safer-before-and-during-pregnancy

Cuando se emprende el proyecto de conformar una familia, muchas mujeres PIENSAN como esto afectara su vida habitual, concretamente a su carrera profesional y su trabajo. Pero, ¿hasta qué punto el trabajo influye en el embarazo?

En general, si no presentas ninguna enfermedad importante, o complicaciones del embarazo, puedes seguir con tu vida habitual y tu actividad profesional no se verá interrumpida por la gestación.

Es fundamental informar a la empresa que estas embarazada, desde el área de talento humano y seguridad y salud en el trabajo te pueden ayudar.

Tu puesto de trabajo debe ser inspeccionado para evaluar los riesgos que la realización del trabajo habitual supone para tu embarazo y valorar la necesidad de adaptación de las condiciones, hasta la reubicación laboral.

Un estudio realizado a 196.989 mujeres encontró que el riesgo de complicaciones es proporcional al número de horas trabajadas a la semana. Las embarazadas que trabajan 55 horas por semana tienen 10 veces más riesgo de parto prematuro en comparación con las  que trabajan 40 horas. (1)

Trabajar de noche tiene riesgos para el embarazo. Las mujeres que trabajan en turnos nocturnos presentan mayor riesgo de complicaciones del embarazo, este riesgo es proporcional a las noches trabajadas. Las mujeres que trabajan de noche en las primeras 20 semanas de gestación, tienen mayor riesgo de preeclampsia, aborto, bajo peso fetal y parto prematuro. (2)

Salvo contadas excepciones, el trabajo y el embarazo son totalmente compatibles, pero se deben  tener en cuenta algunas consideraciones.

• Hacer pausas activas para mejorar la circulación venosae hidratarte correctamente.
• Evitar periodos prolongados de pie pues esto puede empeorar síntomas vasculares como la hinchazón o las varices
• Utilizar medias de compresión si debes estar de pie en el trabajo.Estas medias mejoran el retorno de sangre por las venas, reduciendo el riesgo de hinchazón, varices o trombosis.
• Utilizar reposapiés para mejorar la postura corporal.
• Realizar ejercicios de relajacióny estiramientos con el objetivo de evitar problemas musculares y el dolor lumbar.
• Evitar calor excesivo en el sitio de trabajo, especialmente en el primer trimestre.
• Evitar el contacto con residuos o productos biológicos para evitar el riesgo de contagio y el riesgo de transmisión al feto.
• Evitar peso excesivo, se recomienda no levantar más de 5-10 kg de peso continuo. Al realizar una manipulación de carga es recomendable utilizar una buena ergonomía (cerca del cuerpo, piernas separadas y flexionadas, y mantener la espalda recta).
• Evitar exposición a químicos y rayos X
• Evitar exposición a productos de limpieza de irritantes o de olor muy fuerte.
• Evitar el contacto con mercurio, plomo, disolventes volátiles (gasolina, xilol, formol).

BIBLIOGRAFIA

1. The impact of occupational shift work and working hours during pregnancy on health outcomes: a systematic review and meta-analysis. 2019.

2. Night work and hypertensive disorders of pregnancy: a national register-based cohort study 2018.

Primer trimestre e inicios del segundo  hasta la semana 19 de gestación

• Sangrado vaginal, acompañado o no de cólicos o dolor pélvico.
• Fiebre (temperatura de 38° en adelante tomada con un termómetro bucal o axilar).

• Dolor o ardor al orinar.
• Náuseas y episodios de vómito incontrolables que causen deshidratación o imposibilidad para ingerir agua o alimentos.

• Dolor severo en la parte baja del abdomen.
• Pérdida de líquido por vagina.
• Tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, sensación de ahogo.

Segundo y tercer trimestre

Desde la semana 20 hasta el final del embarazo

• Sangrado vaginal, en cualquier cantidad, asociado o no a dolor pélvico o contracciones.

• Salida de líquido por vagina.
• Dolor pélvico severo o contracciones.
• Sensación de barriga dura de forma intermitente asociado o no a dolor en la espalda.

• Dolor o ardor al orinar.
• Fiebre (temperatura de 38° en adelante tomada con un termómetro bucal o axilar).

• Dolor de cabeza global, en casco, que se acompañe o no de anomalías visuales o auditivas.

• Anomalías visuales: pérdida de la visión parcial o total, visión borrosa o doble, visión de puntos o moscas voladoras.

• Anomalías auditivas: pitos o zumbidos.
• Convulsiones o pérdida del conocimiento.
• Dolor en la boca del estómago.
• Náuseas o vómito.
• Hinchazón matutina de la cara, manos y piernas.
• Aumento de dos (2) kilos de peso en una semana.
• Disminución de movimientos fetales.
• Tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, sensación de ahogo.

Durante el embarazo hay que tener un especial cuidado con la salud de tu boca.

Los cambios hormonales que se producen durante esta etapa hacen que tengas una mayor predisposición a los problemas bucodentales, como la caries o inflamación de las encías (gingivitis).

Los niños nacidos de madres con pobre salud oral y altos niveles de bacterias cariogénicas en saliva también están en alto riesgo de padecer caries. La caries continúa siendo la enfermedad infantil más prevalente y ello a pesar de ser prevenible.

Algunos estudios e investigaciones han encontrado asociación entre la enfermedad periodontal y el bajo peso al nacer así como con la preeclampsia. Los tratamientos no quirúrgicos durante la gestación no están asociados con ninguna complicación durante el embarazo. La visita al odontólogo es efectiva en reducir los signos de enfermedad periodontal y las bacterias por lo cual se recomienda que tengas una valoración por el odontólogo al inicio de la gestación.

Pero no te preocupes, teniendo en cuenta los siguientes tips este riesgo se minimiza lo suficiente para no afectarte a ti ni a tu bebé.

• Cepilla cuidadosamente los dientes después de cada comida.
• Utiliza un cepillo de cerdas suaves para evitar el sangrado de las encías, ya que debido al nivel de progesterona durante el embarazo estas están inflamadas y el riesgo de sangrado es mayor.
• Utiliza crema dental con flúor y reduce el riesgo de caries.
• Visita al odontólogo durante el primer trimestre del embarazo.

Si el embarazo es de bajo riesgo y transcurre de maneja tranquila, puedes tener relaciones sexuales sin ningún problema.

Los cambios de tu cuerpo asociados al embarazo han generado algunos mitos en cuanto a la práctica de relaciones sexuales coitales, como, por ejemplo, el miedo a hacerle daño al bebé, que pueden llevar a la pareja a ver la sexualidad como una práctica negativa.

Sin embargo, en un embarazo normal, el bebé está protegido por el cuello del útero, las membranas, el líquido amniótico, la pared del útero, por lo tanto no hay problema en mantener relaciones sexuales con normalidad.

Cada etapa del embarazo trae consigo cambios que pueden afectar la libido (deseo sexual)

Durante el primer trimestre puede existir una disminución de la libido por los síntomas que se producen como el cansancio, las náuseas y  el vómito. También puedes tener aumento de la sensibilidad en los senos que puede llegar a ser molesta. Además puede existir cierto nivel de ansiedad por el miedo a tener un aborto, aunque ya hemos comentado que las relaciones son seguras en un embarazo normal.
Debido a que llega más sangre a la vagina y del cuello del uterino, se puede producir algún sangrado tras la relación coital, que no implica problemas para el bebé.

Durante el segundo trimestre todo cambia considerablemente, ya que han desaparecido muchos de los temores y síntomas iniciales. En esta etapa se suele recobrar la actividad sexual habitual.

Una de las posiciones más cómodos  es la mujer encima, pues así puedes controlar tu peso, el grado de penetración y la intensidad del coito. Si el hombre está encima, deben tener cuidado que todo su peso no este sobre tu abdomen.

Aunque hemos comentado que es una práctica segura, se contraindican las relaciones sexuales en los embarazos  con alto riesgo de parto prematuro como los casos que presentan amenaza de parto prematuro, ruptura prematura de membranas, placenta  previa, cuello uterino corto, polihidramnios, ya que el orgasmo puede provocar contracciones que podrían aumentar el riesgo de parto antes de alcanzar el término de embarazo.

El embarazo está asociado con muchos cambios fisiológicos que afectan básicamente todos los órganos del cuerpo incluyendo la piel; de hecho, durante el embarazo más del 90% de las mujeres tienen cambios significativos y complejos en la piel que pueden tener un gran impacto en su vida. Muchos de estos cambios se deben a la producción de una variedad de proteínas y hormonas nuevas por la placenta, que mantienen el embarazo, y por el aumento de la actividad de importantes glándulas del cuerpo.

Los cambios fisiológicos y esperados durante el embarazo incluyen la hiperpigmentación, la cual es el cambio de la piel más común durante el embarazo y se da por niveles aumentados de MSH, estrógenos y progesterona. Específicamente el estrógeno aumenta la producción de melanina, lo que resulta en el deposito de esta en la dermis y epidermis. La hiperpigmentación puede ocurrir desde el primer trimestre en regiones como los pezones y las áreas genitales, más adelante la aparición de la línea nigra en el abdomen, el cloasma, y entre el 6to y 7mo mes del embarazo a aparición de estrías de distención.

Cambios en el cabello como moderado hirsutismo, el cual es un aumento en la cantidad y el grosor del vello, especialmente después de la segunda mitad del embarazo, y posteriormente en el postparto una importante caída de cabello más evidente entre las 6 y 16 semanas del puerperio.

Aparición de arañitas vasculares en el rostro, cuello, pecho y brazos; y aumento de la función de las glándulas como las sudoríparas, y en el tercer trimestre de las glándulas sebáceas que predisponen a acné. Estudios describen que a más del 40% de las mujeres embarazadas se les puede encontrar acné, esto siendo más común en aquellas pacientes con historia de acné. El curso del acné durante el embarazo es impredecible y en algunas pacientes con relativa mayor frecuencia el acné mejora durante el primer trimestre del embarazo, mientras que en otras empeora. Pero la tendencia es al empeoramiento en el tercer trimestre como efecto del aumento de las concentraciones de andrógenos maternos y sus resultados sobre la producción de sebo. Su tratamiento puede ser desafiante porque muchas opciones de tratamiento comúnmente usados y muy efectivas, están contraindicadas durante el embarazo. Sin embargo, tenemos muchas otras opciones que son seguras y efectivas.

En términos generales, mantener una rutina de cuidado de la piel durante el embarazo es fundamental. Esta rutina debería incorporar uso del protector solar, limpieza del rostro en la mañana y la noche con productos individualizados según el tipo de piel y uso de hidratante facial. Adicionalmente para el manejo de cloasma o acné será necesario el uso de productos especializados, evitando siempre durante la gestación productos teratogénicos como la hidroquinona y los retinoides.

En un embarazo  normal, la realización de ejercicio físico moderado es totalmente seguro para ti y tu bebé.

La actividad física durante el embarazo ha demostrado ser beneficiosa tanto para ti como para tu bebé. En ti, se producen efectos beneficiosos a nivel físico y psicológico incluyendo mejor función cardiovascular, menor riesgo de desarrollar diabetes gestacional, menor riesgo de desarrollar preeclampsia, mayor elasticidad en las articulaciones, menor duración del trabajo de parto, menos problemas de obesidad y menor tasa de síntomas depresivos y de insomnio. Además, la realización de ejercicio alivia algunos de los síntomas comunes como la hinchazón de las extremidades y el dolor lumbar. A nivel fetal, también existen algunos beneficios, como una reducción de la tasa de grasa corporal en el recién nacido, que se mantiene en etapas posteriores.

Hay ciertas cosas a tener en cuenta a la hora de practicar ejercicio físico durante el embarazo, por ejemplo hacer calentamiento previo o hidratarse correctamente.  Previo a realizar ejercicio, debes realizar una correcta ingestión de calorías y limitar las sesiones de ejercicio a menos de 45 minutos para evitar hipoglucemias (azúcar baja). Es conveniente hacer ejercicio regular un mínimo de tres veces por semana. No se recomiendan las actividades competitivas. Si previamente eras sedentaria, debes comenzar con 15 minutos de ejercicio tres veces a la semana, aumentando la duración de las sesiones gradualmente, hasta llegar a los 30 -45 minutos diarios, mínimo cuatro veces por semana.

Las actividades físicas intensas deben ir precedidas de un periodo de calentamiento muscular de 5 minutos.

Durante las sesiones de ejercicio, te debes hidratar correctamente, utilizar ropa adecuada y no exponerte al sol intenso durante largos periodos de tiempo.

No es recomendable hacer ejercicios en posición supina (boca arriba) a partir de las 16 semanas, para evitar que se te baje la presión arterial  causada por la compresión de la vena cava por el útero.

Un deporte muy recomendable es la natación. Sin embargo, las embarazadas no deberían bucear.

En general, siempre que presentes pérdida de visión durante el ejercicio, náuseas, mareo, desmayo, falta de respiración o palpitaciones, debes parar de forma inmediata y descansar y consultar al médico.

Las actividades que se han demostrado seguras durante la gestación incluyen actividades aeróbicas (andar, correr, bicicleta estática, natación, ejercicios acuáticos y aeróbicos), estiramientos, yoga o Pilates. Por el contrario, están contraindicados el buceo así como los deportes con riesgo de pérdida de equilibrio o riesgo de traumatismo abdominal (equitación, esquí, hockey, ciclismo, motociclismo, boxeo, artes marciales etc).